lunes, 29 de abril de 2013

IDEOLOGÍAS: LIBERALISMO

Ver anterior: ORÍGEN DEL MOVIMIENTO OBRERO.
LIBERALISMO

Al hablar de “ideología” debemos entender a esta palabra como un grupo de ideas que están asociadas, relacionadas, conectadas entre sí. Estas ideas representan los aspectos en que una persona o grupo de personas desean que se organice la sociedad.

El liberalismo es la ideología que impulsa la burguesía, formada por comerciantes, banqueros, intelectuales, profesionales (médicos, abogados, etc.) terratenientes y empresarios. En sus orígenes, la palabra burgués, significaba habitante del “burgo”, que era como se llamaba a las ciudades en la Edad Media. Los burgueses fueron constituyéndose como grupo desde el siglo XVI hasta nuestros días. Crecieron dentro del sistema monárquico, sin embargo, este sistema les imponía trabas para desarrollar sus actividades y pensamientos. Por ello buscaron una alianza con el sector más oprimido, campesinos y artesanos, para enfrentar a los nobles.

El objetivo de la burguesía era conseguir libertades económicas, sociales y políticas. El enfrentamiento con la monarquía llego a su punto culminante en Francia en el año 1789. Este enfrentamiento conocido como “la Revolución Francesa” logró destronar a la monarquía y difundir las ideas de la burguesía en la sociedad europea.

En Inglaterra la burguesía creció en número e importancia. La monarquía tuvo a este grupo como aliado y no hubo necesidad de llegar a una revolución política como sucedió en Francia. De a poco, mediante reformas parciales de las leyes inglesas, la burguesía logró encontrar el espacio necesario para desarrollar sus actividades. Esta situación dio como fruto una revolución en el sistema de producción, a partir del siglo XVIII, conocida como Revolución Industrial.

El liberalismo es un sistema filosófico, social, económico y político, que promueve las libertades individuales y se opone a cualquier forma de despotismo (autoridad absoluta no limitada por las leyes ni por ningún control constitucional). Sostiene principios republicanos (división de poderes), la democracia como forma de gobierno y promueve el capitalismo como sistema económico.

Entre sus características principales podemos destacar el individualismo por encima de todo aspecto colectivo o social. La libertad es un derecho inviolable; libertad de pensamiento, libertad religiosa, de expresión, de asociación, de prensa, etc., cuyo único límite consiste en la libertad de los demás. Estas libertades garantizan que el Estado no se entrometa en los asuntos particulares de los individuos.

Para lograr este desarrollo de los individuos es necesario el establecimiento de un Estado de Derecho, donde todas las personas sean iguales ante la ley, sin privilegios ni distinciones; aquella persona que no cumple la ley sufre un castigo. Con respecto a las leyes éstas deben ser claras y estar por escrito a fin de que todos los habitantes puedan conocerlas; para ello promueven la formación de códigos (conjunto de leyes) civil, comercial, penal, y constituciones.

El liberalismo político inspiró la organización del estado de Derecho y la democracia liberal, durante el siglo XIX, en la mayor parte de los Estados actuales. Su estructura principal se sostiene sobre el poder de los ciudadanos como soberanos, dueños del poder gubernamental, y la elección por el sufragio (voto) de sus representantes para gobernar mediante elecciones periódicas. El Estado de Derecho es el gobierno de la ley y no de una persona o grupo.

El liberalismo económico o capitalismo, defiende la no intromisión del Estado en las relaciones comerciales entre los individuos y entre los Estados. Impulsa la reducción de impuestos y la eliminación de cualquier regulación y control sobre el comercio y la producción por parte del Estado. Otro aspecto importante es el derecho a la propiedad privada como fuente de desarrollo e iniciativa individual, y como todo derecho está protegido por la ley.

La no intervención del Estado asegura la igualdad de condiciones de todos los individuos, lo que permite que se establezca un marco de competencia donde todos salen favorecidos. La libre competencia permite que la actividad económica se regule por la ley de mercado. Es decir, que la oferta y la demanda son las que regulan los precios de los productos.

Actividades:

a) Definí el concepto de liberalismo en menos de treinta palabras.

b) Identifica al grupo social que impulsó esta ideología.

c) Organizá las características del liberalismo en tres columnas según correspondan al aspecto social, político o económico.

d) Elaborá una opinión personal sobre esta ideología.


VIDEO: Las revoluciones burguesas.



domingo, 21 de abril de 2013

Las luchas obreras - Origen del movimiento obrero

Ver anterior: FORDISMO

Origen del Movimiento Obrero

La revolución industrial trajo consigo una serie de problemas para una de las nuevas clases sociales que van a surgir con ella: el proletariado. Mientras que en el trabajo artesanal de la época preindustrial el trabajador debía conocer todo el proceso de producción de un artículo, en el trabajo industrial se va a producir la fragmentación del proceso de producción. El obrero sólo se ocupa de una parte del proceso productivo.

Además, con la introducción de las máquinas se plantean nuevos problemas sociales, dando lugar a una mano de obra poco calificada con salarios bajos, desempleo crónico y horarios excesivos. Otra consecuencia es la concentración del proletariado en los suburbios de las grandes ciudades industriales en condiciones de hacinamiento.

Al obrero se le exigían jornadas de 14 ó 16 horas diarias, incluidos los domingos y días festivos. El salario sólo permitía la subsistencia del obrero quien, además, debía competir con la mano de obra femenina o infantil más barata. El patrón tenía libertad absoluta de contratación, en el caso de que disminuyera la demanda despedía al trabajador sin indemnizarlo; al aumentar la demanda de sus productos volvía a contratar nuevos obreros. 

El desempleo va a ser el gran problema del obrero industrial. En los primeros momentos de la industrialización, los obreros van ver en las máquinas la causa de su penosa situación. El movimiento ludista, uno de los primeros movimiento de protesta obrera en Francia, proponía la destrucción de las máquinas como solución a los problemas de empleo. Su accionar era violento incendiando y destruyendo fábricas.

Poco a poco, los obreros fueron tomando de conciencia de su condición de clase proletaria y de la necesidad de unirse para mejorar sus condiciones. A partir de 1817, las protestas serán contra los patrones. El resultado fue la formación de en un verdadero movimiento obrero, que va a ir consiguiendo avances y mejoras en las condiciones de trabajo. El primer problema a solucionar fue el legal, puesto que había leyes que prohibían el asociacionismo. Los primeros en asociarse son los obreros más cualificados de los países en donde existe una mayor estructura industrial. (Inglaterra, Francia, Alemania).

La presión de los obreros impulsó, en 1824, que el parlamento inglés aprobara la ley que permitía el derecho de asociacionismo. Una vez que desaparecieron las trabas legales surge en Inglaterra el sindicalismo. El Sindicalismo es la asociación de trabajadores para organizar la lucha contra los empresarios y contra el Estado con el fin de obtener mejoras en los salarios y en las condiciones de trabajo mediante contratos o convenios colectivos.

Los primeros sindicatos ingleses fueron obreros y se agruparon por oficios y localidades. Luego, se extendieron a otras ramas como empleados rurales y de comercio. Este fue el punto de partida para la constitución de una organización nacional unificada: las Trade Unions (1834), cuyo principal impulsor fue Owen. Más tarde, los grupos más extremistas orientaron las acciones de protesta hacia la huelga, lo que dio lugar al fracaso y al debilitamiento del movimiento sindical.

Tras el debilitamiento sindical, la actividad de los núcleos obreros, se orientó hacia la lucha política, dando origen al movimiento cartista, cuando en 1838, la asociación de trabajadores de Londres redactó “La carta del Pueblo”. El principal objetivo del cartismo era el sufragio universal masculino y el voto secreto. El rechazo del Parlamento a las peticiones de la Carta del Pueblo, y la represión de las huelgas acabaron debilitando el cartismo.

El fracaso de la acción política, y el desarrollo económico entre 1850-60, favorecieron el resurgir de los sindicatos y se abandonan los planteamientos radicales. La culminación de este proceso organizativo se produjo en 1868, fecha en que se constituyó el Trade Unions Congress, con el fin de la coordinación en la acción de los diversos sindicatos.

Mientras en el Reino Unido se constituían y desarrollaban estas organizaciones sindicales o políticas, la evolución en los países del continente, en los que aún no estaba plenamente reconocido el derecho al asociacionismo, fue más lenta.

La primera asociación internacional de trabajadores surge en 1864 con la unión de asociaciones obreras inglesas, francesas, y con la representación de Bélgica y Suiza, en Londres. Su objetivo era fortalecer el movimiento obrero internacional mediante la reunión de delegados en congresos anuales. El papel de Carlos Marx en esta etapa fue muy importante. Sin embargo, las diferencias con los anarquistas terminaron disolviendo a la organización en 1872. 

En 1889 se formó la segunda internacional, con sede en Bruselas, que duró hasta la Primera Guerra Mundial. A fines del siglo XIX las asociaciones obreras se diferenciaron ideológicamente en tres tendencias: El sindicalismo revolucionario, el socialismo y el anarquismo.
Actividad:

1) Definí los conceptos: Proletariado - Sindicalismo.

2) Enumera los problemas que enfrenta el proletariado del siglo XIX. 

3) Identificá las reacciones del proletariado frente a estos problemas. 

4) Nombrá las tendencias ideológicas del movimiento obrero hacia fines del siglo XIX. 

5) Justificá la siguiente oración: “El movimiento obrero se organiza para conseguir el poder político” 








FORDISMO

Ver anterior: TAYLORISMO

EL FORDISMO

En 1908, Henry Ford introdujo en el mercado norteamericano “el modelo T”, de color negro y diseño simple (sin puertas, sin velocímetro) que costaba 850 dólares. Ford se había propuesto “democratizar el automóvil”, es decir, que no fuera un artículo de lujo para las clases altas. La principal demanda potencial del automóvil estaba en las zonas rurales, como medio de transporte o para llevar las cosechas al mercado.



Decidió entonces, adaptar las características del vehículo, elevando los ejes para que pudiera circular por todo tipo de terreno. La gran demanda del modelo T impulsó la revisión de los métodos de producción y en 1914 introdujo la línea de montaje o producción en cadena. El automóvil podía ensamblarse en forma rápida, si previamente se producían sus partes y se uniformaban las piezas. Este sistema ya se utilizaba en la fabricación de armas, bicicletas y máquinas de coser.

Los obreros de Ford tuvieron que especializarse en pequeñas tareas y adoptar un ritmo determinado, sometiéndose a la intensidad o velocidad de la cinta transportadora que se movía continuamente. Los trabajadores podían ensamblar un automóvil en 93 minutos, mientras antes tardaban doce horas y media. Con ello se redujeron tiempos y costos en la fabricación del automóvil. El precio del Ford modelo “T” bajo en 1913 a 290 dólares. Además eliminó el pago de incentivos para estimular la producción y comenzó a pagar el salario por horas.

La reacción inicial a sus innovaciones fue el ausentismo, la deserción de los obreros que no soportaban el ritmo de trabajo y la creciente sindicalización. Como respuesta, Ford anuncio en 1914 el doble salario por ocho horas de trabajo. Al elevar el salario, le permitió aumentar la cantidad de trabajadores disponibles en su planta, pero supuso un criterio de selección más estricto: seis meses a prueba, no contrataba menores de 21 años ni mujeres, se exigía que no fumaran ni consumieran bebidas alcohólicas.


La diferencia que tiene con el taylorismo, es que ésta innovación no se logró principalmente a costa del trabajador sino a través de una estrategia de expansión del mercado de consumo. La razón es que si hay mayor volumen de unidades de un producto cualquiera (debido a la tecnología de la cinta transportadora y la cadena de montaje) su costo se reduce y puede ser consumido por las masas. El éxito del modelo fordista pronto se difundió a otras ramas de la industria y se consolidó como sistema de producción industrial dominante hasta la década de 1970.

Ver siguiente: LA FORMACIÓN DEL MOVIMIENTO OBRERO.

Actividad:
a) Definí en forma breve qué es el Fordismo.

b) Identificá las diferencias y semejanzas que tiene con el Taylorismo.

c) Justificá con argumentos la siguiente oración: “El Fordismo es un sistema que beneficiaba a los obreros como trabajadores y seres humanos.”

TAYLORISMO


NUEVAS FORMAS DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL.

A fines del siglo XVIII, con la aparición de las máquinas de vapor surgieron las fábricas. Las fábricas, grandes construcciones dedicadas a la producción, reúnen en su interior a una gran cantidad de trabajadores que hacen uso de diversas máquinas, cuyo número no cesa de crecer. La producción industrial hace necesaria la fragmentación del proceso productivo donde cada sector se hace cargo de una etapa distinta de la producción. El ritmo es impuesto por las máquinas que trabajan noche y día sin descanso. 

En términos de la organización de la producción, el trabajo en las fábricas representa un desarrollo, pues permite aumentar la producción y abaratar los costos de los productos. Hacia fines del siglo XIX la producción industrial se hizo más compleja y se desarrollaron nuevos sistemas organizativos como el taylorismo y el fordismo.

Taylorismo

El taylorismo, llamado también “organización científica del trabajo”, fue un método de organización del trabajo industrial. El deseo de aprovechar al máximo el potencial productivo de la industria llevó al ingeniero norteamericano Frederick W. Taylor (1856- 1915) a realizar un estudio científico de las tareas fabriles. El estudio de Taylor consistió en definir la serie exacta de movimientos elementales que cada uno de los obreros lleva a cabo para ejecutar su trabajo, así como los útiles y materiales que emplea. Una vez definidos se determina, con un cronómetro, el tiempo necesario para realizar cada uno de estos movimientos elementales eligiendo el modo más simple para realizarlo. Este análisis permite eliminar todos los movimientos lentos o inútiles. 

Para que el sistema ideado por Taylor funcionara correctamente era imprescindible que los trabajadores estuvieran supervisados en sus tareas. Así se conformó un grupo especial de empleados, encargado de la supervisión, organización y dirección del trabajo fabril. El obrero pierde así el conocimiento total del proceso de producción reduciendo su tarea a una única acción mecánica y repetitiva.

Para estimular a los obreros a incrementar la producción comenzó a pagarse por pieza producida, remunerando al trabajador según su rendimiento. Muchas empresas disminuyeron el precio pagado por cada pieza producida con el fin de estimular al obrero a aumentar su producción. 

La fragmentación del trabajo produce una descualificación al destruirse los antiguos oficios, fragmentándolos y descomponiéndolos, aumentando la eficiencia y bajando los costos ya que al trabajador que lleva a cabo tareas simples se le paga menos. Este tipo de organización conduce al obrero a un proceso de deshumanización con los consiguientes trastornos físicos y sicológicos asociados a la ejecución sin pausa de tareas repetitivas.

Ver siguiente: FORDISMO

Actividad:

a) Definí en forma breve qué es el taylorismo.

b) Identificá los cambios que introduce en las técnicas de producción.

c) Justificá con argumentos la siguiente oración: “ El taylorismo perjudica al obrero como ser humano y como trabajador”

miércoles, 27 de marzo de 2013

Revolución Industrial:El desarrollo de la ciencia y la tecnología.


El desarrollo de la ciencia y la tecnología.

La revolución industrial es el cambio en la forma de producción de bienes por la utilización de instrumentos hábiles cuyo movimiento necesita del uso de energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII, el hombre, sólo había utilizado herramientas, instrumentos que dependían por completo de la fuerza y la habilidad de quien los manejaba. Las herramientas se fueron complejizando y llegaron a transformarse en mecanismos, pero siempre habían dependido de la fuerza del hombre para ser utilizadas.

El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un mecanismo y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.

La Revolución industrial comienza a fines del siglo XVIII. Sin embargo, hacia 1840, cobra nuevo impulso con la revolución de los medios de comunicación y transporte. Sobre todo fue el ferrocarril quien dio nuevo impulso a otras industrias como la del carbón, el hierro y el acero. Si bien la fuerza motriz siguió siendo el vapor, comenzaron a desarrollarse equipos y maquinaria impulsados por otras fuentes de energía como la electricidad y el petróleo.

El hierro comenzó a ser sumamente utilizado, y hacia 1880 fue reemplazado por el acero. El ferrocarril, a lo largo del siglo XIX, dinamizó la economía mundial, las economías nacionales vieron acortarse las distancias dentro de sus territorios permitiéndoles integrar las producciones de las regiones más distantes y, a su vez, permitiendo que estas se integren a la economía internacional. En Argentina permitió el abaratamiento de los transportes multiplicando la producción de cereales orientada a la exportación.

El ferrocarril fue evolucionando lentamente. En el siglo XVII, en Inglaterra, ya eran utilizados vagones sobre rieles de madera, movidos por caballos, para transportar el carbón de las minas hasta las costas donde se lo embarcaba. A partir del siglo XIX se los construye íntegramente en hierro y se diseñan las primeras locomotoras a vapor. 

En 1829 se inaugura en Inglaterra el primer ferrocarril de carga y pasajeros. En 1854 contaba con 13.000 kilómetros de vías férreas, ampliándose a 30.000 kilómetros en 1883. La expansión del ferrocarril impulsó el desarrollo de otras industrias asociadas al tren: fábricas de locomotoras y vagones, rieles, señales, estaciones, talleres de reparación y depósitos, la construcción de puentes, viaductos, túneles. Hacia fines del siglo XIX se desarrollan los primeros trenes eléctricos.

Los avances de la revolución industrial impactaron sobre el progreso científico. A su vez, los nuevos avances en las ciencias fueron aplicados a la industria creando un círculo virtuoso de desarrollo de las industrias y las ciencias.

Los secretos de la electricidad fueron descifrados por Faraday en Inglaterra y por Volta y Galvani, en Italia, cuya energía iba a reemplazar, más tarde, a la fuerza del vapor. Un gran avance en comunicaciones lo constituyó el telégrafo, creado por Morse en 1837, que significó un medio eficaz de transporte de noticias, sobre todo con la instalación del primer cable submarino, veinte años más tarde, que comunicaba a Francia y Gran Bretaña.

En 1851 se conoció la máquina de coser que llegó a ser de uso masivo, impulsada por el norteamericano, Isaac Singer, aunque fue un invento que data de fines del Siglo XVIII. En 1887 surgió el gramófono, por obra de Emile Berliner, que reproducía sonidos, previamente grabados en un disco de material de vidrio que contaba con surcos. Fue el perfeccionamiento del viejo fonógrafo de Thomas Edison.

En 1834, fue patentada la heladera por Jacob Pérkins, funcionando por compresión de éter. A fines del siglo XIX (1876) hace su aparición el teléfono, siendo el primero, construido en Boston, por Alexander Graham Bell, que amplió la comunicación mundial y sentó las bases del proceso de globalización.

El 28 de diciembre de 1895, los hermanos Lumière realizaron la primera proyección cinematográfica, a la que se sumaron en un año otras quinientas, sin presencia de actores. El automóvil, fue un invento alemán de propiedad de Carl Benz, que data de 1886. La empresa Ford, fue pionera en la industria del automóvil, con su modelo T, de 1910, para el uso de todo tipo de público. Este invento fue posible por el desarrollo del motor de combustión, que funcionaba gracias al petróleo.

En 1896, Marconi utilizó las ondas eléctricas en la atmósfera para emitir señales de radio. Hacia fines de 1800, la electricidad reemplazó el alumbrado a gas mediante la invención de la bombilla eléctrica por el norteamericano Edison.

Sin dudas, el siglo XIX, modificó el destino de la humanidad a escala planetaria, la magnitud de los cambios que se manifiestan en este siglo consolidan la base de matriz industrial y capitalista que desde Europa y los Estados Unidos se proyectará hacia todo el globo y cuyas consecuencias se hacen sentir en nuestros días.

Ver siguiente: TAYLORISMO.

a) Definí el concepto de “Revolución Industrial”.

b)¿Cuáles fueron los avances en el transporte y las comunicaciones durante el siglo XIX?

c)¿Cómo afectan a la revolución industrial estos avances?

e) Seleccioná alguno de los inventos del siglo XIX e investigá su origen y su utilidad.





viernes, 1 de marzo de 2013

PROGRAMA DE HISTORIA 4° AÑO LICEO 2 DE 8


                             GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
MINISTERIO DE EDUCACIÓN

PROGRAMA DE HISTORIA
4to AÑO.


UNIDAD Nº1: El nuevo impulso de la industrialización y la División Social del Trabajo.
La expansión imperialista de fines del siglo XIX: el colonialismo en África y Asia.

UNIDAD Nº2: El dominio de las oligarquías y el desarrollo de las economías de exportación primaria en América Latina.
El reordenamiento social y la articulación de sectores dominantes en América Latina.
La República conservadora y la Argentina agroexportadora.
Luchas ante la exclusión política. La impugnación a los proyectos oligárquicos: las presidencias radicales y las experiencias anarquistas y socialistas en la Argentina; la revolución mexicana de 1910.
La construcción de una identidad común a través de la difusión de símbolos y la educación pública.
Las sociedades indígenas y el Estado nacional.
Las migraciones transoceánicas.

UNIDAD Nº3: La Primera Guerra Mundial.
Los contextos políticos, económicos, sociales e ideológicos de la Primera Guerra Mundial.
El impacto de la revolución bolchevique en el contexto internacional del período de entreguerras.
Las consecuencias de la Gran Depresión de 1930.

UNIDAD Nº4: Una nueva reorganización de los sectores dominantes en la Argentina.
Limitaciones del modelo primario – exportador en América Latina y el crecimiento industrial por sustitución de importaciones.
La industrialización en la Argentina.
La organización del movimiento obrero.

UNIDAD Nº5: El mundo en el período de entreguerras.
Una mirada sincrónica.
Formación de la URSS, guerra entre China y Japón, fascismo en Italia y nazismo en Alemania.
El gobierno republicano de España y la guerra civil.
Institucionalización de la Revolución Mexicana, creación del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Surgimiento del nacionalismo en la India.
Sucesión de golpes militares en varios países latinoamericanos.

UNIDAD Nº6: Distintas perspectivas e interpretación en la construcción del conocimiento histórico.
Algunos debates en la historia argentina y mundial desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
Causas del imperialismo. Apoyo social a regímenes autoritarios. Los inicios de la industrialización en la Argentina. Las ideologías en el movimiento obrero en la Argentina.

viernes, 14 de septiembre de 2012

LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA (1973-1999)

Ver anterior: LA PENETRACIÓN DEL CAPITAL EXTRANJERO


LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA (1973-1983)

Esta etapa comienza con la dificultosa reinstalación de la institucionalidad democrática que tendrá una vida efímera. Su característica es una generalizada crisis social, política y económica. Los inicios de este período  estuvieron marcados por enfrentamientos con alto costo de vidas, asesinatos impunes, persecuciones políticas y serias perturbaciones en la marcha de la económica.

En este contexto se produjo la restauración democrática con la presidencia del justicialista Héctor Cámpora, el 25 de mayo de 1973. Las luchas internas dentro del partido se trasladaron a las instituciones representativas del gobierno. En junio regresó Perón al país y se produjo la “Masacre de Ezeiza”, donde una emboscada de la derecha peronista desde el palco de honor, arremete contras las columnas que venían a reencontrarse con su líder dejando un saldo de 13 muertos y 365 heridos.

En julio renuncia Cámpora y convoca a elecciones. En septiembre, es consagrado Perón como presidente y María Estela Martínez como vicepresidente. La ansiada pacificación del país con la vuelta del líder pronto demostró ser una ilusión. La situación empeoró aún más con la muerte del Perón el 1° de julio de 1974.

En el plano económico, el país tuvo un desempeño satisfactorio hasta 1975, pese a los pronósticos apocalípticos generados desde la oposición y los deseos de los sectores juveniles que pretendían una profunda transformación estructural de la argentina. Al inicio del período aún sobrevivía un modelo semicerrado de sustitución de importaciones, con fuerte presencia del capital extranjero en el segmento más moderno de la industria y con una marcada presencia del Estado. 

Sin embargo, la balanza de pagos mostraba resultados negativos; Las actividades industriales complejas poseían un escaso desarrollo; los productos con alto valor agregado no formaban parte sustancial de las exportaciones. El desarrollo del mercado interno encontraba limitaciones para expandirse debido a la distribución regresiva del ingreso, producto de las políticas económicas anteriores.

El nuevo gobierno intentó un relanzamiento del crecimiento económico. El plan se proponía como objetivos para lograr la independencia económica: la plena vigencia de la justicia social, una fuerte expansión de la actividad económica, una alta calidad de vida, la unidad nacional y el desarrollo económico de las regiones atrasadas.

El plan comenzó a ser implementado en la primera etapa del gobierno con el apoyo de la oposición en el parlamento. Se establecieron actas de compromiso entre la Confederación General  del Trabajo, la Confederación General Económica y el Estado para concertar acuerdos de crecimiento e inversión. A nivel provincial se implementaron programas de reforma agraria que contemplaban la expropiación de tierras para ser entregadas a minifundistas con apoyo de créditos y asistencia técnica.

Estas medidas buscaron fortalecer el rol del Estado regulador, afirmar una política de redistribución progresiva de los ingresos y recuperar la autonomía económica nacional. Sin embargo, desde mediados del ´74 comenzaron a manifestarse signos de deterioro del plan, luego del fallecimiento de Perón. A esta situación se agregó el rerudecimiento de la violencia, en especial la ejercida por el Estado a través de la tristemente célebre Triple A.

La reorientación de esta política económica, a mediados de 1975, conocida como el “Rodrigazo”, pone fin al período y desencadena serias convulsiones sociales. Desde el poder político se comenzó un proceso de transformación, mediante el ajuste, devaluación y congelamiento de salarios, de la economía argentina en el marco de la estrategia neoliberal propuesta por el capitalismo mundial.
La necesidad de que el modelo de crecimiento se ajuste a esta nueva estrategia, donde van a beneficiarse los intereses del capital financiero concentrado, provoca el Golpe Militar de marzo de 1976.

AUTORITARISMO Y REGRESIVIDAD ECONÓMICA (1976-1983)

El Golpe se produce en una situación de caos generalizado, de violencia y persecución ideológica desde el Estado, que había llegado a niveles intolerables. La sociedad asistió a la llegada del nuevo “orden” sin manifestar oposición visible.

El contexto económico y político internacional ayuda a comprender mejor la situación de nuestro país. Hacia fines de la década del ´60 y comienzos de los ´70, los países centrales vieron caer las tasas de ganancia de sus principales empresas, el debilitamiento de la productividad, el incremento de la inflación y el déficit del sector público. En 1973, un hecho sorpresivo, se produce la elevación del precio del petróleo en un 300% determinado por los países productores. El sistema bancario de los países centrales capta los excedentes monetarios de los países productores de petróleo, incapaces de invertirlos productivamente en sus propios países.

Esta situación modificó el enfoque económico de los países centrales impulsando un nuevo modelo conocido como el “enfoque monetarista”. Éste, busca desmantelar la economía de bienestar o Keynesiana, adoptando una severa disciplina fiscal, aceptando un alto desempleo y liberando la movilidad de bienes y capitales. El enfoque monetarista supone que el mercado, funcionando sin restricciones, es el mejor regulador de los recursos disponibles y disciplinador de los comportamientos sociales.

El Estado de Bienestar debe dar paso al Estado subsidiario, que debe retirarse de su función intervencionista y reguladora para liberalizar la economía. Se debe reorientar y abrirse a las corrientes internacionales de bienes y dinero. Los países periféricos se convierten en tomadores de los fondos excedentes producidos por los “petrodólares”.

Para incorporar a la argentina a este enfoque era necesario tomar el poder político. La banca externa, los sectores empresarios asociados al capital internacional y los sectores más concentrados de la actividad agropecuaria, promueven el Golpe de Estado. El gobierno militar pone a disposición de sistema financiero internacional  los principales puestos del área económica. El Ministerio de Economía es ocupado por José Alfredo Martínez de Hoz, miembro del directorio del Chase Manhattan Bank en Argentina; el Secretario de Hacienda, Juan Alemann, representaba en la Argentina a la Unión de Bancos Suizos.

El principal objetivo de la política de Martínez de Hoz fue sustituir el mercado financiero existente por otro que tuviera una elevada liquidez y facilidad de entrada y salida de capitales en estrecha conexión con el exterior. Los instrumentos de la política económica fueron cinco: 

1) Liberalización del sistema de precios máximos, disminuyendo los aranceles de importación. El objetivo era igualar los precios internos con los externos. Se reducen las retenciones a las exportaciones del sector primario. Su resultado fue el aumento significativo del precio de los productos en el mercado interno.
2) Se eliminaron las convenciones colectivas de trabajo y se congelaron los salarios.
3) La reforma financiera de 1977 permitió abandonar el control, por parte del Banco Central, de la política financiera, favoreciendo al sector financiero concentrado interno y externo.
4) La eliminación de precios mínimos que aseguraban la producción de cereales y las leyes de promoción industrial, la interrupción de los programas de reforma agraria. El impacto de las medidas debilitó la capacidad negociadora de los pequeños productores en los mercados internacionales.
5) La política de estabilización de precios buscó igualar los precios del mercado interno con los del mercado internacional.

Esta política prosiguió hasta 1981, provocando la reacción de los sectores más perjudicados y un retroceso en la actividad industrial destinada al mercado interno y a la exportación. El P.B.I industrial de 1983 fue un 15% menor que el de una década atrás, en 1973. Este fenómeno no es común en la historia de las sociedades. Las elevadas tasas de interés y la apertura externa alentaron la importación sustitutiva y el deterioro del poder adquisitivo del salario.

Entre 1981 y 1983 se continúo con esta política económica con fuertes ajustes. La Guerra de Malvinas buscó recuperar la popularidad del proyecto y asegurar la continuidad del gobierno militar. La derrota de esta aventura bélica descabellada fue el detonante hacia la transición democrática. La institución del endeudamiento externo fue un factor perturbador de las economías periféricas como la argentina. El problema de la deuda externa se acentuó al estatizarse las deudas contraída por las empresas privadas con bancos del exterior bajo la gestión de Domingo Cavallo en el Banco Central.

Los grupos favorecidos por este proceso fueron los oligopolios y empresas transnacionales que impusieron una nueva modalidad de acumulación que desencadenó una profunda crisis económica. Los perjudicados por la aplicación del modelo monetarista fueron los sectores asalariados y los pequeños y medianos empresarios, así como las grandes empresas nacionales asociadas a estos segmentos del mercado interno.

Este proceso se lo conoce como la “Década Perdida”. Hacia principios de 1982, el fracaso de la estrategia económica y el fracaso de la guerra de Malvinas obligaron al régimen militar a restablecer las instituciones democráticas. El 30 de octubre de 1983 fueron reemplazados por autoridades legítimamente elegidas, dejando al descubierto la extrema gravedad de la herencia económico-social y las secuelas de la represión con miles de asesinatos y desaparecidos.

ACTIVIDADES: 

Consignas: Leer el texto anexo y responder las siguientes preguntas.

1)¿ En qué contexto interno y externo se produce el golpe de Estado de Marzo de 1976?
2)¿ Qué grupos sociales impulsan el golpe del ´76?
3) ¿Cómo se caracteriza el nuevo enfoque “monetarista”?
4) ¿A qué sectores representan los titulares del ministerio de economía y hacienda?
5) ¿Que política económica impulsa Martínez de Hoz y cómo la instrumenta?
6) ¿Cuáles son las consecuencias sociales y económicas que produce esta política económica?
7) ¿Qué causas determinan el fin de la dictadura de 1976?

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA PENETRACION DEL CAPITAL EXTRANJERO

Ver anterior: LA INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES.

LA PENETRACIÓN DEL CAPITAL INTERNACIONAL (1952-1972)

La finalización de la guerra de Corea, en 1953, marcó el fin de la demanda internacional de productos alimenticios y la baja de sus precios. Esta situación provocó la desintegración del bloque de poder peronista y demostró la incapacidad del campo para sostener el proceso de desarrollo industrial.
Se hicieron frecuentes los enfrentamientos entre el sector obrero y la burguesía industrial, y el gobierno no pudo sostener habitual su política  de arbitraje. Los salarios quedaron retrasados frente a la inflación y se multiplicaron las huelgas obreras. Por otra parte, el peronismo también tuvo enfrentamientos con los sectores militares y con la Iglesia. El descontento social fue canalizado por los partidos tradicionales como el radicalismo que comenzó a combatir al peronismo.
La única salida posible para el peronismo fue la apertura de la economía a los capitales extranjeros para promover el desarrollo industrial. La Ley de Radicación de Capitales de 1953 incentivó las inversiones extranjeras hacia las actividades mineras e industriales y estableció un régimen de promoción industrial que beneficiaba con exenciones impositivas a ciertas actividades. El gobierno firmó contratos con empresas petroleras norteamericanas modificando su postura frente a los EE.UU.
Las contradicciones de esta etapa del peronismo, sumadas al levantamiento militar, provocaron la caída de Perón. La llamada “Revolución Libertadora” de 1955 fue apoyada por distintas fracciones de la burguesía en las que destaca el sector agrario tradicional, quien logra reconstruir su predominio con el apoyo de partidos de clase media como el radicalismo.
El gobierno militar buscó hacer frente a la crisis económica aplicando un plan de estabilización de precios, congelamiento de salarios y reducción de los gastos del Estado. Se procuró a estimular la producción agraria mediante devaluaciones de la moneda que se reflejaron en una traslación de ingresos hacia el campo. Por otra parte, Argentina, ingresó al F.M.I y al Banco Mundial para acceder al mercado de capitales con la consecuente pérdida de autonomía en la política económica nacional.
En 1958, con el peronismo excluido, ganó las elecciones nacionales el radical Arturo Frondizi. Su política económica se orientó al desarrollo de las industrias básicas como el petróleo, la química y la siderurgia, con el aporte de capital internacional. En un principio estos capitales reactivaron la economía estimulando el crecimiento de las industrias asociadas a las industrias básicas ampliando el mercado de la mano de obra y la ocupación. Si bien en un principio parecían dadas las condiciones para lograr la participación de los sectores populares en los beneficios del crecimiento industrial, pronto se fueron percibiendo los resultados de fondo propios del nuevo modelo “desarrollista”.
La acción del capital internacional colocó en una situación de desventaja a los sectores industriales que habían prosperado en el período de sustitución de importaciones. Las grandes corporaciones, con el aporte de una alta tecnificación,  poseían una mayor productividad y absorbían menos mano de obra que las industrias locales. Por otra parte, el ingreso de capitales extranjeros condicionaba a la política económica nacional. Para que éstos invirtieran en nuestro país, el Estado debía garantizar políticas de estabilización monetaria y restricción del gasto público que afectaban directamente a las clases medias y populares. Esta situación agudizaba el problema político; la presión obrera no sólo exigía mejoras salariales sino también la legalización del peronismo.
Sumado a la presión obrera se sucedieron constantes “planteos” militares que exigían la implementación autoritaria del programa de modernización. El gobierno de Frondizi, ante la imposibilidad de derrotar  al peronismo en las elecciones provinciales de 1962, fue derrocado por un golpe militar. El último intento para salvar el sistema democrático representativo fue llevado a cabo en 1963 por el gobierno de Arturo Illia, quien representaba a la U.C.R.P.  La Unión Cívica Radical del Pueblo fue una agrupación política dividida de la UCR que, sobre una base de clase media, intentó incorporar al peronismo sin darle el poder y realizar a su vez la obra modernizadora.
Su gobierno se mostró ineficaz al tratar de imponer una tímida aplicación de la doctrina de la CEPAL. La amenaza del triunfo del peronismo en las elecciones de 1965 y la radicalización de sus métodos de lucha sumados al fracaso económico provocaron su caída en 1966. Había quedado en evidencia la incapacidad de la política para adaptar a la Argentina a las condiciones creadas por el capitalismo internacional que hacía necesario realizar cambios profundos y poco populares.
La solución más coherente fue la “Revolución Argentina” que puso a las Fuerzas Armadas en el poder, asistidas por eficientes tecnócratas que respondían a los intereses del capital internacional más concentrado. El nuevo orden representado por el capital monopólico respaldado por las Fuerzas Armadas se definió como autoritario y no democrático. Utilizando un doble juego de represión y soborno a los sectores más privilegiados del movimiento obrero, llevó adelante el plan de modernización.
El plan “Krieger Vasena” impuso la estabilidad monetaria mediante el congelamiento de precios y salarios, la contención de la inflación, la reducción del gasto público, la racionalización administrativa y la elaboración de instrumentos legales que favorecían la libre acción de las inversiones extranjeras.
La dictadura impuesta por la “Revolución Argentina” fracasó en su intento de perpetuarse en el poder. En un clima de inestabilidad política y violentas represiones, fue aumentando el accionar de organizaciones armadas clandestinas como el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), Montoneros y las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias). El aumento de la conmoción social no podía ser contenida y, en 1972,  se optó por la apertura democrática con participación del peronismo sin Perón. No era posible gobernar con falta de legitimidad y sin consenso de las masas populares.
Desde sus comienzos, la Revolución Argentina, buscó atraer a los capitales extranjeros otorgando privilegios para que invirtieran en actividades mineras e industriales. Gradualmente se fueron ampliando los privilegios llegando a permitirse la libre transferencia de utilidades y capitales sin ningún tipo de control por parte del Estado.
Hacia 1965 las inversiones de los EE.UU. representaban el 50% de los capitales extranjeros. Atraídos por los privilegios y el mercado creado por la política proteccionista del peronismo, un reducido grupo de grandes corporaciones monopólicas se orientaron a la producción petroquímica, siderúrgica, automotriz y electrónica.
Si bien estas inversiones representaban un aporte positivo en el momento de su ingreso, el giro de utilidades sin ningún tipo de control, crearon un problema en la balanza de pagos. El sector agrario, pese a las repetidas devaluaciones de la moneda para aumentar su competitividad, demostró ser incapaz de producir las divisas necesarias para equilibrar la balanza de pagos. Por otra parte, las exportaciones de productos industriales chocaron con las barreras arancelarias levantadas por Estados Unidos.
Este modelo impulsó la dependencia del sistema productivo argentino que adoptó las pautas de funcionamiento del sistema internacional. La imposición de criterios de eficiencia aceleró la concentración monopólica y las grandes empresas fueron subordinando a las demás. El sistema productivo se dividió entre sectores modernos y eficientes y los sectores antiguos, que no pueden incorporarse a la modernización y quedan cada vez más atrasados. Lo mismo sucede con la mano de obra. Dentro de esta política se estimuló la liquidación de zonas que no eran eficientes, como el Chaco algodonero y el Tucumán azucarero.
La nueva forma de dependencia tecnológica-industrial tiene como protagonista a las empresas multinacionales. Éstas se caracterizan por disponer de vastos recursos financieros, permanente actualización tecnológica que aumenta su productividad y el control de múltiples mercados nacionales en forma simultánea.
El rol de Estado se concentró en inversiones en infraestructura en las zonas de mayor demanda. La realización de obras viales, redes de oleoductos y gasoductos, y la generación de energía eléctrica caracterizan a este período.

Adaptación de ROFMAN, A Y ROMERO L.A,  SISTEMA SOCIOECONÓMICO Y ESTRUCTURAL REGIONAL EN LA ARGENTINA, Amorrou, Bs. As. 1998. P-p 203-243.
ACTIVIDADES:
a)      ¿Por qué causas el año 1953 marca el fin del modelo de sustitución de importaciones?
b)      Justificá la siguiente frase: “El peronismo del ´53 al ´55 cae en una contradicción.”
c)       Identificá los grupos sociales que impulsan el golpe del ´55.
d)      Explicá en que consiste el “desarrollismo.”
e)      ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas del “desarrollismo”?
f)       Compará la composición de los grupos sociales que impulsan el golpe del ´55 y el del ´66.
g)      Definí las características  y consecuencias del plan de modernización.
h)      ¿Cuál es el rol del Estado durante el período ´55 /”72.
i)        Organizá  una línea de tiempo política del período.
j)        Elaborá, mediante argumentos, un juicio de valor sobre este período de la historia argentina.

INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES

EL MODELO  DE SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES (1930 – 1952)

La crisis económica mundial desorganizó el sistema económico argentino, basado en la exportación de productos agropecuarios. La crisis y la posterior guerra mundial debilitaron los vínculos de dependencia permitiendo a los grupos dominantes una mayor autonomía en la toma de decisiones.
La nueva organización del mercado mundial estuvo marcada por una situación desfavorable para los productos primarios, por la disminución de las inversiones internacionales y la implantación de barreras proteccionistas en los países centrales.
Este proceso de cambios impactó en la economía nacional e impulsó  modificaciones profundas que provocaron el fin del modelo agroexportador y dan lugar a un modelo de “sustitución de importaciones”.
Luego de la crisis se diferencian dos etapas en la estructuración del poder. La primera es conocida como “la década infame” y comienza con el golpe de estado de 1930 hasta el golpe de 1943. La segunda etapa esta signada por el desarrollo del peronismo.
La crisis de 1930 abrió en Argentina un proceso de expansión y desarrollo industrial basado en la sustitución de importaciones. Este proceso no alteró la estructura social argentina, por el contrario, la oligarquía terrateniente, núcleo del sector dominante, se adaptó a las nuevas condiciones y lideró la nueva organización. A diferencia de los procesos de desarrollo europeos, en nuestro país, no se originó un grupo industrial autónomo y enfrentado con el sector terrateniente sino que surgió dentro de éste último.
La respuesta a la crisis mundial por parte de la oligarquía consistió en recuperar el poder político desplazando al radicalismo yrigoyenista que había alcanzado el poder desde la cración de la ley Saenz Peña, por medio de un golpe de estado. La acción de la oligarquía se caracterizó por una activa intervención del estado con el objetivo de salvar el sistema económico en su totalidad.
Como respuesta a un mercado externo que había disminuido sus demandas de productos primarios (con la consiguiente disminución de sus precios internacionales que provocó un deterioro en los intercambios comerciales con los países centrales) el Estado adoptó la política de regular la producción y comercialización de productos agropecuarios mediante la Junta Nacional de Granos y Carnes.
 Su función consistía  en limitar la producción con el fin de sostener los precios de estos productos disminuyendo su oferta en el mercado. El Estado logró, de esta manera, asegurar la renta agraria para los grandes terratenientes arruinando a pequeños hacendados acentuando el proceso de concentración de las tierras.
El problema más grave fue el peso que adquirió el pago de la deuda externa lo cual obligó superar la falta de divisas. Con esta finalidad se procedió a limitar las importaciones; se cerró la caja de conversión, se impusieron controles de cambio y se creó el Banco Central. Este nuevo período estuvo fuertemente influido por la intervención directa del Estado en la economía.
La alianza estratégica entre argentina y Gran Bretaña que había caracterizado al modelo agroexportador se vio perjudicada en esta etapa por barreras proteccionistas, impuestas por esta última, que otorgaban  preferencia a sus dominios para la importación de carnes. El Estado firmó el Pacto Roca- Runciman para obtener la asignación de una cuota en el mercado de carnes inglés a cambio de un trato preferencial de la inversiones inglesas en Argentina que colocó a la Argentina en una situación de semi-colonia.
Este tratado limitaba los beneficios al sector más importante de productores ganaderos, los invernadores (dueños de grandes extensiones donde engordan al ganado), directamente relacionados con los frigoríficos. Los criadores establecidos en las zonas marginales quedaron subordinados a los invernadores. La conducción del Estado, a partir de 1930 quedó subordinada a los invernadores, vinculados al capital financiero internacional radicado en el país. 
El pacto Roca- Runciman fue el primer paso para recuperar el mercado perdido con la crisis mundial. La persistencia de la crisis los impulsó a buscar una alternativa que se ajustara mejor a la nueva situación. La alternativa más conveniente fue el desarrollo de la actividad productiva orientada al mercado interno. Se elaboró un plan de protección y estímulo a la industria local llamado plan de Reactivación industrial, conocido como plan Pinedo, en 1940.
Se estableció un severo control de algunas importaciones tendiente a equilibrar la balanza de pagos y se estimuló el crédito industrial en los proyectos estatales. Sin embargo, la industria tenía un modesto campo de acción y sus capitales se encontraban estrechamente vinculados a los sectores agropecuarios y con los capitales extranjeros. Esto explica los beneficios que obtuvo el grupo dominante estimulando la expansión de ese sector y explica también el desinterés por un crecimiento industrial más amplio.
La industrialización se limitó a abastecer el mercado interno alcanzando un intenso incremento de la producción sobre la capacidad industrial ya existente, y una rápida acumulación de capital gracias al poder del grupo dominante para reducir al mínimo los ingresos del sector obrero. La resistencia del sector obrero se vio limitada tanto por la recesión y el desempleo como por la debilidad de la organización sindical.
Sin embargo, la industrialización aceleró el proceso de migraciones internas que, empujadas por la crisis del sector agrícola, engrosaron la población del Gran Buenos Aires y se incorporaron al sector obrero. Esta situación modificó lentamente el equilibrio logrado por el grupo dominante. La acción sindical de los trabajadores se orientó hacia la obtención de mejores salarios y condiciones de trabajo. La ola de huelgas entre 1939/1942 fue el elemento que movilizó los cambios de la estructura de poder en la etapa siguiente.

La etapa 1943-1952

A partir de 1943 se produce en Argentina una experiencia política conocida como nacionalismo popular. Su rasgo más notable frente a otras experiencias latinoamericanas fue que surge cuando las posibilidades del proceso de sustitución de importaciones ya habían encontrado su límite. El proceso de sustitución de importaciones se acelera a partir de 1940 por causa de la Segunda Guerra Mundial.
El desarrollo industrial que hasta entonces se había limitado a industrias ya instaladas adquirió un nuevo mercado por la guerra: repuestos, metalurgia, etc. Por otra parte, la coyuntura provocada por la guerra creó una nueva demanda de productos agropecuarios, junto al alza de sus precios, produciendo el ingreso de gran cantidad de divisas y saldos comerciales favorables que convirtieron a la Argentina en acreedora de los países centrales.
Del golpe de 1943 surge un grupo militar partidario de una industrialización de base que asegurase la independencia económica de la nación, llevando el proceso de industrialización más allá de los límites impuestos hasta entonces por el sector oligárquico. En torno a este grupo se aglutinó un sector de industriales autónomos de la antigua fracción terrateniente y el sector obrero.
El movimiento peronista se presentó como una alianza entre los sectores más nuevos y pujantes de la burguesía industrial y la clase obrera, organizada y amparada por el Estado. Este ofició de árbitro entre las tensiones que se generaban en el desarrollo de ambos grupos. Sin embargo, nunca intentó afectar el interés, ni el fundamento del poder de los grandes terratenientes: las tierras.
Una parte de las políticas básicas del peronismo fue la distribución de los ingresos con el fin de ampliar el mercado interno impulsando la industria de los bienes durables. La mayor demanda de productos de consumo orientó a volcar los esfuerzos económicos hacia ese tipo de industrias abandonando el proyecto industrializador, de base en la industria pesada, del ejército. Este tipo de política económica sólo era sostenible en tanto y en cuanto fueran compatibles las variables de acumulación y la redistribución de los ingresos.
El proyecto industrial por sustitución de importaciones que correspondió a la década del treinta y que fue retomado por el peronismo, tendía a beneficiar a las industrias de consumo que se beneficiaban con medidas de protección y estímulo. En un principio fue la industria textil que era fácil de desarrollar, pues se poseían las materias primas e incorporaba a una gran cantidad de mano de obra. La Segunda Guerra mundial extendió la ampliación de las ramas industriales que abastecían al mercado interno. Este proceso concentró el interés del Estado y paralizó los intentos de desarrollo de las inversiones en la producción de bienes de capital.
La nueva orientación del proceso de sustitución de importaciones creó una estructura de coexistencia entre grandes empresas de tipo semimonopólicas con alta concentración y una gran cantidad de pequeñas empresas. La expansión de esta segunda etapa estuvo signada por la utilización intensiva de la capacidad instalada, siendo escasa las inversiones en mejoras tecnológicas generando una dependencia de su subsistencia asociada a la protección estatal. El resultado fue un estancamiento del desarrollo industrial a partir de 1947.
La sustitución de importaciones, al no modificar profundamente las estructuras de producción argentinas, pronto alcanzó sus límites. Esta situación derivó pronto en una mayor dependencia con el exterior de donde  provenían los insumos industriales necesarios para abastecer a las industrias productoras de bienes de consumo. La agricultura y la ganadería fueron incapaces de producir las divisas necesarias para adquirir estos bienes de capital.

Adaptación de ROFMAN, A Y ROMERO L.A,  SISTEMA SOCIOECONÓMICO Y ESTRUCTURAL REGIONAL EN LA ARGENTINA, Amorrou, Bs. As. 1998. P-p 109-202

ACTIVIDADES:

1) Describí el contexto mundial en el que se desarrolla este período desde 1930 hasta 1952?
2) ¿Qué estrategia utiliza el sector terrateniente para recuperar el control político del Estado?
3) ¿Por qué se diferencias dos etapas dentro del proceso de conformación del modelo de sustitución de importaciones?
4) ¿Cómo evoluciona la conformación del grupo dominante en las fases de este modelo?
5) ¿Cómo evoluciona el rol del Estado en estas etapas?
6) ¿En qué aspectos repercuten las migraciones internas sobre la organización del movimiento obrero?
7) ¿Cuáles son los límites de las dos etapas de este modelo?
8) Realizá un cuadro comparativo donde se expresen las diferencias entre las dos etapas del modelo de sustitución de importaciones. Oganizálo de acuerdo a las siguientes categorías: Contexto internacional- Grupos dominantes – Rol del Estado - situación de la clase trabajadora – actividades económicas-
9) Anailizá el cuadro de la segunda fase del modelo y explicá que sucede con la balanza comercial en este período.


jueves, 6 de septiembre de 2012

GOLPE DE ESTADO DE 1930


Ver anterior: LA REFORMA UNIVERSITARIA 

En 1928, Yrigoyen fue reelecto Presidente, pero su segundo gobierno se desarrolló dentro de un panorama económico internacional muy complicado, por la profunda crisis desatada en 1929 y por la creciente oposición interna (representada por los terratenientes, las empresas extranjeras dedicadas a la explotación del petróleo,  los periódicos (Crítica, La Nación y La Prensa, entre otros), y el ejército) , resentida con Yrigoyen por la arbitrariedad con que otorgaba los ascensos y las partidas presupuestarias.

Desatada la crisis económica internacional de 1929, el gobierno nacional actúo con lentitud para remediar el impacto interno. Los ingresos de la aduana disminuyeron a causa de la caída del comercio internacional, numerosas empresas y comercios quebraron, el peso perdió valor con la consecuencia baja de los salarios y aumentos de la desocupación.

Todos los factores mencionados se juntaron y los terratenientes y exportadores buscaron el apoyo de los sectores descontentos del ejército, culminando el 6 de setiembre de 1930 con un golpe militar encabezado por Agustín P. Justo y José F. Uriburu, que derrotó al gobierno de Yrigoyen, y la oligarquía terrateniente retomó el control del Estado.

Ver siguiente: INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES.

LA REFORMA UNIVERSITARIA

Ver anteriror: RADICALISMO: POLÍTICA SOCIAL

Los estudiantes


Durante el primer gobierno radical se produjo un movimiento estudiantil que reclamaba la Reforma Universitaria. Este movimiento surgió en Córdoba y se extendió no solo a otras universidades nacionales sino latinoamericanas, reclamaba el gobierno autónomo de las Universidades con la participación de los estudiantes, egresados y profesores; docencia libre, asegurando la existencia de cátedras paralelas a las existentes o nuevas, y asistencia a clase en forma libre, además de reivindicar la unidad latinoamericana y la solidaridad con los obreros. Como consecuencia de este movimiento, en 1918 las universidades reformaron sus estatutos y posibilitaron la puesta en práctica de las medidas solicitadas a excepción de la unidad latinoamericana y obrera, que no dejaron de ser sólo una declaración de deseo.

Ineficaz en el terreno económico, en el que no se adoptaron medidas de fondo ni se previeron las consecuencias del cambio que se operaba en el sistema mundial después de la guerra, el gobierno de Yrigoyen fue contradictorio en su política obrera, paternalista frente a los casos particulares, pero reaccionaria frente al problema general del crecimiento del proletariado industrial. Sin embargo, satisfizo a vastos sectores que veían en él un defensor contra la prepotencia de las oligarquías y un espíritu predispuesto a facilitar el ascenso social de los grupos marginales. 

Cuando Yrigoyen concluyó su presidencia, su prestigio popular era aún mayor que al llegar al poder. A él le tocó designar sucesor para 1922, y eligió a su embajador en París, Marcelo T. de Alvear, radical de la primera hora, pero tan ajeno como Yrigoyen a los problemas básicos que suscitaba la consolidación del poder social de las clases medias. Aunque los dos representaron en sus gobiernos al partido radical, eran muy diferentes entre sí y representaban a distintos sectores sociales.

Yrigoyen fue quien definió y representó al radicalismo, al más característico del período. Es él quien enarbola la nueva postura del Estado y de la administración de la cosa pública que le valió el nombre de "la causa" que encarnaba lo honesto, lo puro, la verdad del sufragio, la defensa de la Constitución, todo esto frente a la corrupción del pasado "régimen" como se dio en llamar al gobierno de la etapa anterior. 

Esta diferencia se pone de manifiesto con la división del partido en dos corrientes internas que hizo eclosión a partir de 1922 con el surgimiento de la corriente interna del "antipersonalismo" que apoyaba a Alvear, que expresaba los intereses tradicionales de la elite, que veían de mala manera el populismo y el personalismo de Yrigoyen.

Ver siguuiente: EL GOLPE DE ESTADO DE 1930.






RADICALISMO: POLÍTICA SOCIAL

Ver anterior: LAS PRESIDENCIAS RADICALES

 Con la llegada del radicalismo se produce un cambio de los grupos políticos dirigentes con respecto a las clases populares. Hasta aquí las demandas de mejoras de la clase obrera habían sido respondidas con represión y deportación de los dirigentes obreros extranjeros. Dentro del nuevo marco político, el Estado, va asumir otro rol que tiene que ver con la tolerancia, el arbitraje y conciliación de los conflictos aunque no faltó la represión como respuesta.
Un ejemplo de arbitraje se produce ante la Huelga de la Federación de Obreros Marítimos que estalla el 20 de noviembre de 1916, se consigue que el gobierno actúe de árbitro entre los trabajadores y los patrones, lográndose mejoras para los primeros.La tolerancia y el apoyo a los obreros puede verse, también, en la huelga de los ferroviarios de setiembre de 1917. Los ferroviarios pedían la derogación de un artículo de la ley de jubilaciones, ante lo que los patrones piden al gobierno que envíe tropas para reprimir. La respuesta fue un decreto del gobierno anulando el polémico artículo y un aumento general de sueldos y salarios, aunque la represión armada también existió y cobró varias vidas.
La tolerancia va abriendo camino hacia la represión que es muy dura entre los años 1918 y 1921. De esta fecha son los más tristes y lamentables hechos represivos, como fueron los de la "semana trágica" en 1919, los de las huelgas agrarias también en 1919 y los de Patagonia en 1921.
La "semana trágica" comenzó con una huelga de los obreros de los talleres Metalúrgicos Vasena que generó tiroteos entre policías bomberos contra los obreros y vecinos del lugar. Al ir a sepultar los restos de los fallecidos, la multitud que acompañaba el cortejo fúnebre es atacada por efectivos policiales, nuevamente hay muertos y heridos. La Central Obrera declara la huelga general y se paraliza casi todo el país. El General Dellepiane ingresa en la capital con las tropas de campo de mayo, el gobierno pierde el control de la situación que queda en manos de Dellepiane, quien reprime y logra restablecer el orden.
También en 1919 se inició una huelga campesina encabezada por los arrendatarios que en poco tiempo abarcó toda la zona pampeana, la primer respuesta del gobierno fue la represión (que no alcanzó las características sangrientas de la anterior), aunque luego se elevó un proyecto de la ley al Congreso que no modificaba en esencia los contratos de arrendamientos, aunque los retocaba.
En la Patagonia los peones rurales comienzan una huelga solicitando mejoras en las condiciones de vida, lo que produjo una represión durísima por parte del ejército, donde docenas de peones fueron perseguidos, torturados y fusilados.
En cuanto a la legislación obrera se introdujeron algunas innovaciones importantes como leyes nacionales, que serían la base para legislación posterior: se reglamentó el trabajo a domicilio, se estableció las condiciones de trabajos a las que podían ser sometidos los niños, se prohibió el trabajo nocturno en las panaderías y se limitó la jornada laboral a 8 horas diarias y 48 semanales.

Ver siguiente: LA REFORMA UNIVERSITARIA.